PARA QUE SIRVE EL PREMIUM NETWORKING: MONETIZACIÓN

Por Israel Romero

El ser humano a lo largo de los siglos ha trabajado por una recompensa o reconocimiento, ya fuera económico o de otra índole: ganado, estancia, manutención, etc.Y eso no ha cambiado, ni parece que vaya a suceder en los próximos… ¿100 años? Bueno eso nunca se sabe.

El networking, la generación de negocio a través de las relaciones profesionales, no se escapa de ese planteamiento. No obstante, la monetización directa de las gestiones empresariales/comerciales que se generan por medio de estas relaciones humanas, es un caballo de batalla que no tiene a todas las partes de acuerdo cómo se obtiene.

Y aún diría más –parafraseando a mis amados Dupont et Dupont-, No existe un claro consenso que el networking sea una profesión y por tanto, se pueda vivir económicamente de ella. Ciertamente podría ponerme tanto a favor de sus detractores como los que sí creen de que se puede vivir de esta práctica.

Pero vayamos por partes. Hay que reconocer que vivir de los contactos se ha hecho toda la vida, y ha tenido diversos nombres: comisionista, conseguidor, facilitador…, pero se ha asociado a una actividad inconstante y de carácter efímero, sin una planificación vamos. Por tanto, la profesionalidad de esa faceta no era bien vista como una auténtica profesión.

Y por supuesto, tener ingresos variables y no regulares, lo que se ha llamado una nómina de toda la vida, no estaba bien visto e incluso estaba reservado para las personas que no habían podido finalizar sus estudios superiores y literalmente se tenían que “buscar la vida”. Si no querías ser un “loser”, generarte ingresos a través de comisiones por incentivar las relaciones personales, era una salida que podía incluso llevarte al mayor reconocimiento empresarial si triunfabas.

Lo que sucede es que el mundo ha evolucionado en este siglo XXI y por varios factores, ha modificado los hábitos laborales para generar ingresos. Los trabajos “para toda la vida” se empiezan a cuestionar, las presiones son insoportables y la gente prefiere buscar otras motivaciones profesionales. Si a esto le añadimos una crisis económica mundial, que obliga a las personas a crear proyectos nuevos desde cero por obligación, tenemos un escenario proclive a fomentar las relaciones sociales para desarrollar negocio: y florece el networking.

Y éste inicialmente, es considerado una conducta dentro de tu “modus operandi”, atraer posibles clientes, crear nuevas posibilidades de negocio conociendo personas que las pueden abrir por sus conexiones, u ofrecer directamente productos o servicios en un lugar determinado un día concreto. Lo que comúnmente sucede es que, el estado de ánimo es muy volátil en estas situaciones. Puede darte un subidón al conocer a alguien que encaja perfectamente en el perfil que estabas buscando para el objetivo que te habías propuesto, como desciende a los infiernos cuando ese inicial interés se desvanece, por no encajar los timings de las necesidades de ambas partes.

Es cuando nos replanteamos si vale la pena hacer networking: contacto humano para generar negocio, y si es mejor apostarlo todo a las relaciones virtuales, una apuesta por una estrategia digital que acelera procesos y minimiza las relaciones humanas, tan difíciles y tan pesadas, ya que tratar de convencer a alguien con argumentos y conversaciones, es tedioso y no te garantiza el éxito. Este es un dilema no resuelto aún.

El networking que se potencia por las redes sociales para mí es irreal. Conoces gente, eso es cierto, aunque sea sólo un tecnicismo eso de conocerla, tienes sus datos de contacto, pero no la conoces en absoluto. Y con ello no digo que no sea un buen comienzo para que se puedan generar relaciones profesionales a través de internet (yo mismo tengo más de 5.000 contactos en Linkedin), sólo digo que la conversión en negocio, la monetización, es muy baja. Incluso, se está usando esta variable del networking para lanzar indiscriminadamente promociones de los servicios que uno hace, provocando rechazo y desconfianza.  A mí eso me parece una falta de respeto t de educación muy cuestionable.

Entonces parece que estoy más a favor de los detractores del networking, ya que parece demostrado que su monetización sistemática no es posible. Pues no, justamente me inclino por el otro bando. Y trataré de convenceros. Yo era una persona que toda la vida me había dedicado a servir a los demás, a ofrecer servicios y productos para mejorar su vida, su posicionamiento profesional o para generar más ventas o más rentabilidad de su dinero. Todo lo que ofrecía era externo a mis características personales, por tanto, no había nada mío en ello. Así pues, hoy me lo podían comprar y mañana no. De esta manera, es muy difícil fidelizar relaciones, ya que no te unen valores humanos entre lo que vendes y las personas que te compran.

Y me di cuenta que lo que mejor se me daba era conectar a personas con otras personas, pero no por los negocios, bueno sí que la coincidencia de necesidades empresariales es el primer filtro, lo admito, pero fui más allá. La clave de mi éxito era conectar, por mediación de la transmisión de valores humanos como la honestidad, la transparencia, la profesionalidad y la compartición. Y así, desde una posición de plena confianza, que es realmente lo que mi empresa vende, poder en mi caso ofrecer mis servicios de asesoramiento empresarial y de marketing: nace el Premium Networking.

Y de ello surge la monetización constante, porque tus clientes -nosotros les llamamos partners porque nos co-responsabilizamos de sus objetivos empresariales-, confían en tí y saben que lo que les ofrecerás solo puede ser bueno para ellos sino la confianza desaparece. Y para alimentar la red de contactos y que siga siendo proactiva, la clave está en compartir los logros, es decir, que siempre tengas una compensación o reconocimiento económico para quien fue el origen de las relaciones que se generan con las personas que te presentaron. De esta manera ese círculo gozará de buena salud y todos estarán motivados para seguir haciéndolo rodar.

Espero haberos convencido, porque esforzarse por mejorar las relaciones humanas generan un gran premio: que te compren lo que mejor sabes vender: ¡¡a tí mismo!!

ROMERO Premium Networking, es líder en el networking de alto nivel en España (Barcelona y Madrid), Israel Romero es su CEO & Founder, y desarrolla las estrategias de negocio y de marketing que ejecuta con su equipo propio. Desde este 2006, diseña, planifica e implementa la potenciación de la marca a nivel nacional e internacional de sus clientes, además de implementar su plan de networking entre los partners de ROMERO, para ofrecer más y mejores valores añadidos, algunos de ellos muy exclusivos.

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